Algunas de las mejores cintas de este género que han llegado a la pantalla grande en los últimos 15 años.
Reconozco que no soy muy amiga de las películas de terror y es básicamente por dos razones: o porque son en verdad muy aterradoras (te hablo a ti, ‘The Conjuring’) o porque son demasiado predecibles.
Sin embargo, en medio de estos dos polos existe un espacio que, de alguna manera, aligera un poco el género: la comedia de terror. ‘Little Shop of Horrors’, ‘Gremlins’, ‘An American Werewolf In London’ e ‘Evil Dead II’ hacen parte de este selecto grupo de películas.
El listado es bastante amplio, y aunque muchas de ellas son de culto, este especial se centrará en siete que han surgido en los últimos 15 años y que consideramos increíbles. Desde ya prometo una segunda entrega, pero con cintas clásicas.
Tomando como base las cintas sobre muertos vivientes, especialmente las de George A. Romero, la primera entrega de la trilogía Cornetto no solo nos presenta una ingeniosa y muy divertida sátira sobre el apocalipsis zombie, también a uno de los dúos más memorables en la historia del Terror: Shaun, quien intenta enfocarse en su vida mientras lidia con su novia, su madre y su padrastro (sin dejar de lado, los zombies), y Ed, su mejor y holgazán amigo.
El debut como director de James Gunn (Guardians of the Galaxy) es un buen homenaje a las “B movies” y a las películas de terror de bajo presupuesto, donde Michael Rooker es poseído por un por un parásito alienígena y lentamente se transforma en una criatura que controla cantidades masivas de babosas espaciales que infectan a todos los habitantes de una pequeña ciudad.
‘Slither’ es retorcida, desagradablemente divertida y espeluznante. Lo mejor de los dos mundos en una comedia de terror.
En esta ocasión, la historia se enfoca en una agente de préstamos, quien, debido a que tiene que demostrarle a su jefe que puede tomar “decisiones difíciles”, decide no extender la hipoteca de una mujer gitana. En represalia, ella le lanza una maldición que convierte la vida de la joven en un infierno.
No es de negar que hay algunas partes de la película que son aterradoras, pero también está ese único y peculiar humor que Raimi sabe agregarle a la mayoría de sus películas; es más, este “balance” de elementos es lo que hace únicas sus cintas de comedia de terror.
La película sigue la historia de un joven universitario que durante el apocalipsis se cruza con tres extraños en el camino y juntos realizan un largo viaje por el suroeste de Estados Unidos buscando un santuario libre de zombies y ¡twinkies!
Eso sí, aunque es perversamente graciosa desde el primer cuadro, con reglas para la supervivencia (la #32 es mi favorita), “zombie kill” de la semana y uno que otro cameo, ‘Zombieland’ es sangrienta, muy sangrienta. Una buena parodia del género zombie que deja por qué está lejos de estar muerto.
La frase “Un libro no hay que juzgarlo por su portada” caza muy bien para esta irreverente comedia de terror en la que dos mejores amigos están de vacaciones en una destartalada casa de la montaña, y a quienes un grupo de estudiantes universitarios los confunden con asesinos (tal cual el estereotipo de una película de terror). Entre más crece el malentendido, aumenta la risa, el susto y la sangre.
En la cinta, un grupo de amigos va a una cabaña remota en el bosque y, por supuesto, cosas malas suceden (tal como indicaría el género). Pero si creen saber la historia, piénselo nuevamente porque sus giros en la trama llegan a ser extraños, divertidos, desgarradores y atemorizantes… ¡todo al mismo tiempo!
Es imposible describir la película sin revelar nada. Basta con decir que al final se obtiene más de lo esperado.
Lo que ‘Shaun of the Dead’ es a los zombies, ‘What We Do in the Shadows’ es a los vampiros. Escrita, dirigida y protagonizada por Jemaine Clement (Flight of the Conchords) y Taika Waititi (Thor: Ragnarok), la película, en un formato mockumental (una mezcla de ‘The Real World’ de MTV y ‘This Is Spinal Tap’), sigue las cotidianas vidas de tres vampiros que viven juntos en la Nueva Zelanda moderna. A pesar de sus cientos años de edad, discuten sobre quién lava los platos, tratan de ser invitados a los clubes nocturnos y superan conflictos de convivencia casi como si fuera un reality show… o una parodia de él.
Pero que la película no los engañe: a pesar de ser muy divertida, ingeniosa, fresca y tener simpáticos personajes, no escatima en elementos de terror y sangre.