La destacada obra de John Green tuvo eco con los jóvenes lectores pero también cautivo a lectores de todas las edades cuando salió en 2012. La película es igualmente emotiva pues hace surgir la afectiva historia de Green y sus memorables personajes en la pantalla.
‘The Fault in our Stars’ se centra en dos encantadores adolescentes con cáncer, Hazel (Shailene Woodley) y Gus (Ansel Elgort), quienes se conocen en un grupo de apoyo y que de inmediato conectan y forman una poderosa unión.
De esta manera, a través tanto del libro como de la película, nos unimos a la pareja en su increíble travesía que los lleva a miles de kilómetros de distancia de su hogar hasta Ámsterdam.
John Green concedió la siguiente entrevista en Los Ángeles para hablar de ‘The Fault in our stars’.
Es una historia de amor entre dos personas jóvenes que están viviendo con la enfermedad pero también es una historia familiar; tiene que ver con las familias que se juntan para ayudarse mutuamente en tiempos difíciles. En la novela, quería contar una historia auténtica acerca del amor, la enfermedad y la familia, lo que significó momentos divertidos y momentos tristes… estar tristes y enojados; ser todas esas cosas humanas.
Creo que una vida corta también puede ser una vida rica y que las vidas cortas pueden ser completas. También pienso que cuando imaginas a las personas como tragedias también las estás tratando injustamente porque eso no permite que conozcan la alegría, el amor y la esperanza que tuvieron en sus vidas… todo eso es algo real.
Trabajé como estudiante de clérigo en un hospital infantil en Columbus (Ohio). Fui inspirado por esa experiencia y por mi amistad con una mujer joven llamada Esther Earl quien murió de cáncer en el 2010 cuando tenía 16 años. La conocí en una conferencia de Harry Potter en Boston (mi hermano interpreta canciones de Harry Potter ¡es un ‘mago roquero’!) La vida de Esther estuvo llena de alegría, humor, enojo, tragedia e injusticia y no quise de manera alguna minimizar el horror y la injusticia que se da cuando la gente joven muere sin necesidad; pero no las podemos imaginar como simples tragedias pues ellas fueron personas completas. Quería escribir una historia acerca de lo ancha y profunda que puede ser la vida cuando estás seriamente enfermo pues creo que muy a menudo deshumanizamos a los enfermos.
Originalmente no quería vender los derechos para la película para ser totalmente sincero. No dejé que nadie en Hollywood leyera el libro antes de que se publicara. No permití que mi agente se lo enviara a alguien pues era una historia muy personal. Luego, cuando se publicó el libro, mis agentes me estuvieron preguntando “bueno, ¿ya lo podemos enviar?” y yo les contesté: “no lo envíen, está en las librerías; si la gente lo quiere leer, que compren el libro”.
Sin embargo, conocí a Wyck Godfrey y Isaac Klausner, los productores de la película, en Los Ángeles, como una semana después de que salió el libro; me dijeron que querían hacer una película y que sería una adaptación muy apegada a la obra original. Tuve confianza en ellos pues ambos me agradaron bastante. Me quedó claro que estaban muy apasionados con la historia. Desde entonces ha sido una experiencia maravillosa para mí. Cada faceta de hacer la cinta ha sido algo mágico.
Hay una línea en la obra de Shakespeare ‘Julius Caesar’ en la cual un noble romano le dice a otro: “la falla, querido Brutus, no está en las estrellas sino en nosotros mismos”; es una línea que ha sido tomada fuera de contexto repetidamente significando que el destino no hace al hombre, sino que el hombre hace al hombre; lo cual es ridículo. Hay bastante culpa en nuestras estrellas. Hay muchas cosas que no están bajo el control de los humanos, en su destino. Mucho tiene que ver con la suerte en la vida de los humanos. Quería escribir una novela esperanzadora que también reconociera que a menudo estamos totalmente sin control sobre lo que la vida nos tiene reservado.
La historia se ubica en mi ciudad natal de Indianapolis, pero fue filmada en Pittsburgh y estuve en el set durante la mayor parte de la filmación lo cual fue grandioso. Hubo un equipo de filmación asombroso que fue muy dedicado. Casi todos en el equipo, desde el chofer de camión hasta los tipos de la construcción a las personas encargadas de la iluminación leyeron el libro. Fue algo muy singular y apreciado por mí.
Yo no hice nada. Era como una porrista profesional. Solo estuve feliz de estar ahí en el set. Todos los días la gente me preguntaba: “¿lo hicimos bien?”; y yo les contestaba: “¡fue grandioso!” (Risas). Estar ahí todos los días significó mucho para mí pues llegué a tener una extraordinaria relación con el elenco, nos volvimos muy cercanos. Shailene, Ansel, Laura [Dernn], Sam [Trammell] y yo a menudo cenábamos juntos.
Fue grandioso. Creo que es romántica pero también es una ciudad que se ahoga y Hazel es una muchacha que padece de lo mismo. Ella necesita una intervención tecnológica para mantener sus pulmones despejados, justo como Ámsterdam necesita de intervenciones tecnológicas para evitar que se inunde; esa fue la razón por la que ubiqué parte de la historia en Ámsterdam. Viví allí por unos pocos meses mientras trabajaba en la historia y regresar a la ciudad para hacer la película fue una experiencia irreal porque pude regresar a todos los lugares en donde estuve mientras escribía el libro. Fue algo loco y maravilloso.
Pude opinar algunas cosas en cuanto al reparto, pero ciertamente no tuve la decisión final. No es mi película, pero mi opinión fue bienvenida. Vi muchas, muchas audiciones con toneladas y toneladas de famosos actores; aunque no conocía a ninguno de ellos (risas). Esa fue una ventaja pues no estaba influenciado por haberlos visto en ciertas películas.
La había visto en ‘The Descendants’. Shailene era la única persona con la que estaba familiarizado y fue bastante obvio para mí, desde el momento en que vi su audición, que ella tenía que ser Hazel. Es extraordinariamente talentosa y entendió a Hazel de manera muy profunda. Asimismo, Shailene quería interpretar a Hazel y todos queríamos que ella tuviera el papel.
Con Gus fue más difícil de personificar pero cuando vi a Shailene y Ansel juntos en una audición, supe que tenía que ser él…me gustó mucho. No tenía el color de ojos de Gus, pero eso no importó pues en todo lo demás era justo como él. Creo que la verdadera travesía del héroe en esta historia es aquella que emprende de la fortaleza hacia la debilidad. No es la típica travesía de un héroe que generalmente pasa de la debilidad a la fortaleza, y Ansel fue perfecto para emprender este viaje.
Ambos tomaron su trabajo muy en serio. Hablaron con mucha gente que estaba enferma. Los chicos que estaban en el grupo de apoyo en la película de hecho eran muchachos que vivían con el cáncer. Tuvimos mucha suerte de tenerlos en el set porque durante el 25% del tiempo en que estuvimos filmando la película, solo estábamos ahí con ellos. Creo que Shailene y Ansel aprendieron mucho de estos muchachos. Yo aprendí mucho de ellos y aún me mantengo en contacto cercano con muchos de estos chicos.
Si, es una película muy chistosa. La gente espera que sea triste, pero también era importante para mí que fuera graciosa. La vida es horrible, trágica y difícil, pero también es muy divertida. La gente no se hace melosa y sentimental de la noche a la mañana cuando enferma; siguen siendo las personas que siempre han sido y tanto para Hazel como para Gus eso incluye ser divertidos. Tienen un humor algo oscuro…son muy cínicos.
Sí. Hay un momento en que Hazel le dice a Gus algo así como “esto es lo que nos toca… es el mundo que tenemos”; es realmente algo muy difícil estar atento en cada momento al mundo que tenemos, pero es un mundo asombrosamente bello.
Había estado trabajando en ella durante mucho tiempo, pero el libro cambió cuando nació mi hijo; de inmediato me di cuenta que mientras que cualquiera de los dos estuviera vivo, yo iba a ser su padre y él iba a ser mi hijo. Entender que el amor es literalmente más fuerte que la muerte fue muy importante para mí al escribir esta historia. Me dio la esperanza que necesitaba para escribirla.
Es algo muy agradable. Mis lectores tienden a ser personas muy inteligentes; muchachos muy comprometidos que comparten mi interés en las grandes y añejas conversaciones humanas que tienen que ver con el significado de las cosas, la alegría y el dolor. Eso es algo que resulta muy gratificante. Me siento indigno de tanta idolatría. Me resulta un poco raro; pero trato de estar a la altura de las expectativas que tienen de mí.
Además, bien sea en los libros, en los videos que tengo en línea o cualquier otra cosa que haga, trato de respetar su inteligencia y asumo que son complicados, interesantes, y gente realmente muy profunda. No trato de escribirles desde una posición de superioridad. Trato de no imaginarlos como otra cosa que no sea como seres intelectualmente curiosos y apasionados. No sé si eso sea a lo que responden, pero quizás sí lo sea.
No tengo un libro favorito; ¡tengo cientos de libros favoritos! Me encanta ‘Sula’ de Toni Morrison, ella ha sido una inspiración para mí. Amo ‘The Adventures of Huckleberry Finn’ (Mark Twain), ‘The Great Gatsby’ (F. Scott Fitzgerald), ‘All The King’s Men’ (Robert Penn Warren). Soy un enorme fan de ‘Invisible Man’ (Ralph Ellison).
Mi película favorita es ‘Harvey’ (1950). Es protagonizada por Jimmy Stewart y es acerca de un conejo blanco invisible de dos metros de altura.
Estoy trabajando mucho en un proyecto llamado ‘The Art Assignment’. Es una serie para la televisión acerca del arte contemporáneo.