“No fue el final de nada, pero cambió el mundo”. Con esta frase, ‘Battlefield 1’ de Electronic Arts, nos da la bienvenida a la Primera Guerra Mundial, un conflicto que estaba llamado a detener la llegada de otras guerras pero que, por el contrario, provocó una terrible masacre y levantó el telón para otras tragedias.
Este periodo fue una etapa de transición en donde las armas de los antiguos conflictos bélicos chocaron con los lanzallamas, lanzagranadas, aviones y tanques producto de la industrialización del siglo XX. Esta situación, para fortuna de nosotros los jugadores, le dio a Electronic Arts la posibilidad de explorar cómo se vivieron los combates desde las trincheras, con todo lo que implica utilizar armamento que nunca antes había sido usado en un combate.
La campaña de ‘Battlefield 1’ está dividida en cinco diferentes historias de guerra y un prólogo. Cada una de estas mini campañas está fragmentada en tres o más capítulos que relatan las vivencias de algunos personajes que formaron parte de la guerra en diferentes partes del planeta. Por ejemplo, la historia “Barro y sangre” se centra en Danny Edwards, un joven chofer que se enlistó como voluntario y al que le asignan el papel de piloto de un tanque británico Mark V a pesar de carecer de experiencia al mando de estos vehículos de guerra.
Aunque el objetivo de estas misiones es prepararnos para el modo multiplayer, la forma en la que fueron escritos estos eventos y los personajes que los protagonizan, hacen que la narración cobre vida de una manera muy especial.
Sin lugar a dudas la narrativa es uno de los puntos más fuertes de la campaña de ‘Battlefield 1’, porque además de las tradicionales cinemáticas EA recurre al uso de diálogos dentro del juego para darle vida a nuestros héroes. El problema con esto es que el modo Campaña puede dejar al jugador “iniciado”, porque justo cuando empieza a encariñarse con los protagonistas del relato, la historia se termina (la duración de cada una es de aproximadamente 60 minutos).
Aunque DICE y EA invirtieron mucho en el desarrollo del modo campaña, el plato fuerte sigue siendo el modo multijugador, que en esta ocasión ofrece 9 escenarios (St Quentin Scar, Amiens, Fao Fortress, Suez, Sinai Desert, Ballroom Blitz, Argonne Forest, Monte Grappa y Empire’s Edge) que recrean entornos tan diferentes entre sí como las cumbres de los Alpes, los bosques y el desierto.
Se trata de escenarios enormes, que después de unas horas de juego nos permiten explorar zonas interesantes de cada mapa e incluso anticipar los movimientos de los enemigos. Además, gracias al sistema Levolution, el trazado del mapa cambia durante la partida de forma sutil, lo que le da un aspecto más realista que el de ‘Battlefield 4’.
Otro aspecto a resaltar es el combate cuerpo a cuerpo, que gana más importancia en ‘Battlefield 1’ gracias a la bobadita de 16 armas disponibles para enfrentar cara a cara al enemigo, entre las que se encuentran la bayoneta en carrera, los fusiles, las pistolas e incluso los convencionales cuchillos.
Las armas disponibles dependen de las cuatro clases tradicionales: asalto, médico, apoyo y explorador. Cada una de estas clases posee dos habilidades exclusivas y tiene acceso a un grupo de armas determinado (el médico, por ejemplo, puede utilizar fusiles semiautomáticos, revivir a los heridos y lanzar botiquines a los aliados); y aunque el arsenal es limitado, a medida que el juego avanza podemos desbloquear otras versiones de la misma arma.
Para nadie es un secreto que el motor Frostbite es una de las herramientas más potentes en el desarrollo de videojuegos, y en ‘Battlefield 1’ da lo mejor de sí al permitir un gran contraste de color, que a ratos se acerca al blanco y negro, y que consigue reforzar la crudeza del conflicto a un nivel más realista y con un mayor impacto a nivel emocional.
Por último queremos destacar que a diferencia de otros títulos bélicos, ‘Battlefield 1’ tiene un importante componente emocional que nos permite imaginar, hasta cierto punto, lo que debe sentir cualquier soldado anónimo en medio de un conflicto real.
Esta es, en nuestro concepto, una de las fortalezas del juego; ya que es capaz de encontrar un balance entre las recompensas de matar a los rivales -aumentar de nivel, seguir vivos dentro del juego, mejorar las armas- con la crudeza y lo absurdo de la guerra a través de una nueva forma de contar historias, más cruda y cercana a un documental que a las grandes películas de Hollywood.
Lo bueno: La ambientación en la Primera Guerra Mundial y los elementos narrativos que sientan las bases de una nueva forma de contar historias dentro del género de los FPS.
Lo malo: Un modo campaña muy corto.